La comida para gatos puede ser de dos tipos: húmeda y seca. La seca consiste en piensos, y la húmeda en alimentos frescos conservados en latas o bolsas herméticas. La seca tiene la ventaja de ser práctica y cómoda de almacenar en cualquier ambiente. La comida húmeda tiene la ventaja de prevenir problemas renales y de estreñimiento, debido al agua que contiene.
También existen piensos sin cereales (grain-free), que evitan alimentos basados en cereales, y contienen más porcentaje de proteína.
Es posible combinar ambos tipos de alimento para dar al gato una alimentación variada, ya que cuanto más variada es la dieta del gato, mejor será su salud.
La comida húmeda puede presentarse en distintas formas: mousse, trocitos en salsa, o trozos en gelatina por ejemplo. Hay gran variedad de sabores, que es bueno alternar para proporcionar al gato una dieta diversa tanto en sabores (para que no se aburra de un mismo sabor) como en composición (por salud).
La comida seca permite que el gato siempre tenga comida disponible y no pase hambre. Es posible combinarla con la comida húmeda, dejando un comedero con comida seca siempre accesible, y dando al gato comida húmeda una o dos veces al día a ciertas horas. Si nos ausentamos de casa, el gato acudirá a la comida seca y se alimentará él mismo, en lugar de esperar a que volvamos. Así no pasará hambre si nos retrasamos. También es ventajoso acostumbrar al gato a la comida seca para prevenir problemas si debe alojarse en un hotel de mascotas, ya que en esos lugares a menudo se les da comida seca.
Dentro de las comidas secas encontramos un tipo de comida especial que es el pienso sin cereales (grain-free). Los cereales no forman parte de la dieta natural del gato, al contrario que frutas, verduras y carnes. El pienso sin cereales omite los cereales y aumenta la proporción de esos otros ingredientes. De ese modo, aunque se alimente de pienso, el gato se está alimentando de una forma más similar a la natural, y su salud será mejor, previniendo alergias y obesidad.
Los snacks no son sólo un capricho para los gatos y la oportunidad de hacerlo feliz en un momento. Además también hacen que el gato tenga especial preferencia por un alimento determinado. Esto es útil porque en ocasiones los gatos pueden sentirse enfermos, y comprobar por medio de un premio que conserva el apetito es una buena forma de evaluar si debemos llevarlo al veterinario.
También favorece los vínculos entre el gato y usted, ya que su gato estará muy agradecido y le verá con simpatía. Pueden además ayudar a tranquilizarlo en ocasiones de estrés como tras cortarle las uñas o asearlo, viajes, ausencias, o visitas al veterinario.
Tenemos una amplia gama de alimentos para gatos con enfermedades crónicas o necesidades alimentarias especiales. Ciertos alimentos están formulados para ellos, para conseguir disminuir los efectos de sus enfermedades. Por ejemplo un alimento de tratamiento renal puede ayudar a que los riñones no empeoren, o un pienso para gatos esterilizados o con tendencia al sobrepeso evita que engorden. Hay alimentos para gatos de edad avanzada que les ayudan a mantener su musculatura y salud. Los gatos con problemas digestivos, o con problemas dentales, pueden tomar alimentos de fácil asimilación. Con los alimentos para gatos diabéticos se evitan las complicaciones de esta enfermedad o su empeoramiento. Para gatos con problemas óseos o articulares, hay alimentos que les protegen del deterioro y molestias asociados. Incluso existen alimentos para gatos que están en un periodo de recuperación, en el postoperatorio o tras un tratamiento prolongado.
La salud del gato empieza por lo que el gato ingiere, ya que esto tendrá una importancia crucial en su estado de salud.